Invernadero con botellas plásticas

Esta tecnología consiste en la construcción de murallas hechas con botellas plásticas para cerrar un invernadero. Se trabaja en formato de hileras verticales, cada una de las cuales contiene entre veinte y dieciocho botellas del mismo tamaño. Para acoplar los envases se corta la parte inferior de cada botella para dejar una circunferencia libre dentro de la cual introducir otra botella, y así sucesivamente hasta completar la longitud deseada. El amarre de las hileras se hace con un alambre ubicado en la parte superior de la estructura de madera del invernadero, lo que permite tensar cada hilera y ajustarla de ser necesario. Además, para otorgarle una apariencia más uniforme al conjunto, por fuera de la muralla se coloca una malla tipo raschel, que permite ajustar de mejor forma las hileras. Se calcula que para cubrir por completo un invernadero de seis metros de largo por cuatro de ancho es necesario reutilizar unas tres mil botellas plásticas.