Cántaros para riego

Esta tecnología consiste en el uso de cántaros de greda para riego en invernadero o exterior. Cada vasija tiene un tamaño de cuarenta centímetros y se entierra dejando visible solo la tapa para ser rellenada con el recurso hídrico cuando es necesario. La microporosidad de los cántaros permite una lenta entrega de agua, capaz de mantener la humedad necesaria para el cultivo de las hortalizas. La eficacia de esta tecnología se puede evidenciar en el crecimiento radicular de las plantas adheridas a los cántaros. En este caso se distribuyen cinco cántaros en una cama de cultivo de un metro por dos de largo ubicada en un invernadero, lo cual favorece un abastecimiento uniforme de agua. La cantidad de riego depende del ambiente, la temperatura y las condiciones en donde se realice el cultivo, pero puede variar en entre dos y diez días la periodicidad del llenado de los cántaros.